lunes, 1 de diciembre de 2008

Verdad e Indeterminación

Para vivir, para respirar siquiera, tenemos que llevar a cabo el insensato esfuerzo de creer que el mundo o nuestros conceptos encierran un fondo de verdad. Desde que, por una u otra razón, el esfuerzo se distiende, retornamos a ese estado de indeterminación pura, donde, ya que la mínima certeza nos parece un desatino, cualquier forma de posición, cualquier adelanto o proclama del espíritu, adquiere el aspecto de una divagación. (…) (la duda, sin prevalerse de nada que la supera, se alimenta de sus propios conflictos, de esa guerra que la razón se declara a sí misma cuando, extenuada, atenta contra sus fundamentos y los vuelve del revés para, libre al fin, escapar al ridículo de tener que afirmar o negar lo que sea).
Emil M Cioran, Contra la historia

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