martes, 17 de abril de 2007

Campañas Electorales: Influyentes pero no tanto

“Desde luego, el estudio de Erie Country no sugiere que un partido pueda prescindir de su campaña electoral y ganar. La propaganda ha de reforzar y sostener las intenciones de voto de un cincuenta por ciento, aproximadamente, de los votantes que han tomado su decisión antes de comenzar la campaña. Por otra parte, ésta ha de activar las predisposiciones latentes en la mayoría de los que se muestran indecisos. La campaña es como el baño químico que revela las fotografías. La influencia química es necesaria para que surjan las imágenes, pero sólo pueden aparecer aquellas imágenes ya latentes en la placa.
Sólo un pequeñísimo porcentaje de la gente puede ser considerado como indeciso hasta el punto de que únicamente la propaganda pueda convertirlo, y es probable que esta fracción sea de una índole especial: personas no muy interesadas y que viven en una constelación especial en la que ninguno de los dos candidatos aparece como una solución muy convincente. Como resultado de ello, tales personas se muestran especialmente sensibles a las presiones sociales que las circundan, y si finalmente llegan a una decisión, es muy probable que su voto sea proporcional a las influencias de grupo ejercidas sobre ellas. Esto significa que, al final, su decisión no alterará considerablemente la proporción de intenciones de voto republicano o demócrata existentes antes del comienzo de la campaña.”

Paul Felix Lazarsfeld
“La campaña electoral ha terminado”. En Alicia Entel (comp.).
Teorías de la comunicación. Cuadros de época y pasiones de sujetos.
Buenos Aires, Fundación Universidad a Distancia Hernandarias, 1994.

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