jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Producidos o Productores?

(extractos del libro El imperio digital, de Zanoni, Leandro: Buenos Aires : Ediciones B, 2008 disponible completo en http://www.eblog.com.ar/7970/el-imperio-digital-3/)

No creo que seamos productos de la tecnología, sino al revés: la tecnología nos permite ser quienes pretendemos ser. El ser humano siempre buscó fabricar todo aquello que la imaginación creaba y así fue su evolución. Hoy somos todos, con más o menos diferencias, inspectores que vamos por la vida no sólo con dispositivos que nos ayudan a cumplir nuestras tareas y satisfacer muchos de nuestros deseos, sino que además, nos conectan los unos a los otros.

El avance tecnológico es tal que un nuevo producto ya es viejo cuando sale al mercado. Tal vez la industria de celulares sea el ejemplo más certero de la velocidad casi frenética en la que vivimos. Está claro que el futuro será enteramente móvil.
La convergencia de dispositivos se encuentra en su pico más alto de crecimiento. Por eso el promedio de recambio de nuestro teléfono celular a otro modelo nuevo —con más y mejores funcionalidades— desciende cada año.
El consumidor es siempre exigente y quiere tener en su teléfono cada nueva tecnología que sale al mercado: SMS, MP3, fotos, videos, Wi-Fi, bluetooth, MMS, correo electrónico, juegos, GPS, pantalla táctil, etc. Pero además, exigen precio y calidad. Y por si fuera poco, sobre todo en los jóvenes, el teléfono ya se ha posicionado como un elemento de identificación y personalidad.
Se calcula que para 2010 habrá en el mundo mil millones de teléfonos con cámaras digitales (la mitad con 2 MP de resolución) según la consultora Internacional Data Group.
La llamada tecnología “verde” o ecológica es una de las principales preocupaciones de las grandes empresas para contribuir al uso responsable de la energía no renovable.

Millennials

Con la computadora como principal aliada, los adolescentes y jóvenes que hoy tienen entre 12 y 20 años (nacidos a mediados de la década de los ochenta en adelante) pertenecen a la generación bautizada “Generación Y”, Millennials o también denominados “nativos digitales”. Admiran a Google (mueren por una remera con su logo) y son los primeros en probar y adoptar cada nueva tecnología que surge. Están a años luz de sus mayores y lo saben. Son rebeldes, contestatarios y tienen menos dudas ideológicas que las generaciones anteriores. Tienen blogs donde escriben lo que quieren y van por la calle con sus iPod retratando todo con las cámaras de sus celulares. Las fotos, por supuesto, las suben a sus fotoblogs. Son muy emprendedores y llevan adelante proyectos personales que, a pesar de su edad, les deja un buen dinero. No son los típicos nerds estereotipados por las películas norteamericanas de los ochenta y jamás pierden el tiempo. Tienen conciencia social —adhieren a la Free Culture y al CopyLeft— y saben programar, diseñar además de dominar al menos un par de idiomas. Son inteligentes, creativos, sensibles, vanidosos y casi no consumen medios tradicionales. Bajan películas y ven televisión por YouTube.
Un estudio de investigación sobre los adolescentes realizado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) a finales de 2007 arrojó que los alumnos exigen que las clases sean divertidas y prácticas y que no les interesa demasiado estudiar alguna carrera con salida laboral, sino algo que los estimule. Están acostumbrados a los horarios flexibles y se caracterizan por buscar nuevas experiencias constantemente.
En cuanto al consumo de medios, el 60% de los jóvenes de entre 12 y 20 años elige pasar más tiempo frente a una PC que frente al televisor. Principalmente, usan Internet para chatear y visitar blogs y fotoblogs ajenos y actualizar los propios (el 60% de ellos tiene alguno de los dos). Tienen, en promedio, cien contactos en sus mensajes instantáneos y la mitad de ellos son “amigos” virtuales con quienes nunca se vieron en persona. No imaginan su vida sin la tecnología ni tampoco, por supuesto, el celular. El principal uso que le dan al teléfono es el del mensaje de texto (SMS).5 Mientras que la media a nivel país se ubica en unos 167 SMS por mes en el segmento adolescente, los clientes de Personal de entre 15 y 17 años, envían más de 300 SMS promedio por mes. Guillermo Rivaben, Director de Marketing de Personal, explica: “Los adolescentes privilegian aquellos modos de comunicación que les permiten fortalecer sus redes sociales con amigos.
En ese sentido, los SMS se han transformado en parte de su cultura, como su herramienta de comunicación favorita. Además, los adolescentes son los usuarios que más nos desafían a encontrar aquellas alternativas de productos que les permitan sacar el mayor provecho de sus recursos económicos. Ellos son verdaderos smart users”.
Los ejemplos sobran. Pero las historias de Sebastián Molina y Diego González tienen bastantes puntos en común con las de muchos otros jóvenes de su edad.
Molina nació en Bolivia hace 22 años y estudia comunicación. En febrero de 2005 puso en marcha, junto a un grupo de amigos, mundoalreves.com, que incluye radio, televisión y diferentes proyectos para la inclusión digital entre los jóvenes, con la firme idea de reducir la famosa brecha digital (de la que todos los gobiernos hablan pero pocos hacen). También armó una productora de contenidos audiovisuales para la Web, bautizada Plan B (al igual que su blog personal). Fue uno de los impulsores del Encuentro Nacional de Bloguers, junto a la Comunidad Bloguera Boliviana. Además, en su ratos libres, Sebastián disfruta escribiendo poesía y ya lleva publicados dos libros.
Diego González tiene 25 años, estudió Administración de Sistemas en la UBA y fue desarrollador Web independiente hasta que se sumó a Keegy.com donde es el responsable del diseño y tecnologías. Como desarrollador independiente, entre otras cosas, creó MyComments (que avisa cuando se responden los comentarios que dejamos en otros blogs), 11feeds y U2B, para ver videos mientras se busca información y se comparte con otros usuarios. Además, desde que usa Apple, Diego (que siempre usa gorrita) armó el Mac User Group Argentina, una comunidad para ayudar a los que tienen dudas sobre el tema.

Zanoni, Leandro: El imperio digital., Buenos Aires : Ediciones B, 2008.
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Wikipedia
Hace poco más de siete años, Jimmy Wales tuvo una idea: desarrollar la mayor enciclopedia online, libre y gratuita gracias al aporte de cada usuario. Que cada persona pueda participar y colaborar colectiva y voluntariamente con su conocimiento sobre cualquier tema. Así nació Wikipedia (wiki: rápido en hawaiano; pedia: educación en griego), que ya reúne más de diez millones de artículos en 250 idiomas diferentes, que van desde el español, italiano, francés e inglés, hasta el ruso, sueco, japonés, esperanto y holandés.
El software wiki (desarrollado por Ben Kovitz) hace posible que miles de personas escriban, editen, amplíen y borren artículos de una forma simple y rápida.
Una de las innovaciones que aportó Wikipedia es el importante rol que les asigna a sus usuarios. “Wikipedia cuestiona el modelo del usuario como consumidor pasivo, proponiendo en su lugar un usuario-productor que modifica, corrige y mejora el producto, permitiendo a su vez que otros modifiquen, corrijan y mejoren”, explica en su blog (www.sinpermisos.info) Ángel Ferrero, un investigador catalán.
A pesar de que con frecuencia se ve envuelta en alguna polémica (datos falsos, derechos de autor, etc.) Wikipedia es, tal vez, el mayor emblema de la Web 2.0 y colaborativa. Su repentina popularidad provocó un espectacular crecimiento: según Alexa, figura entre los diez sitios web más visitados del mundo, junto a Google, Yahoo! eBay, Amazon y Microsoft, entre otros. Un informe de Hitwise de 2007 indicó que más de un tercio (36%) de los internautas estadounidenses usaban la enciclopedia y casi el 10 % lo hacía a diario.
En abril de 2008, La Fundación Wikimedia —que gestiona la enciclopedia sin fines lucrativos— tenía apenas 15 empleados y subsistía gracias a las donaciones desinteresadas de más de 45.000 personas que creen en el proyecto de Wales.

Show me the money

El buscador más usado del mundo recibe el pedido de 2.000 palabras por segundo y rastrea la información en más de 10.000 millones de sitios de todo el mundo. Cuando termine el 2008, habrá facturado 20.000 millones de dólares pero las búsquedas de los usuarios son gratuitas y en su famosa portada blanca y minimalista nunca hubo un aviso publicitario.
Las preguntas surgen rápidamente: ¿Cómo se financia Google? ¿De dónde gana tanto dinero? ¿Por qué está valuada en más de 150.000 millones de dólares?
La palabras claves de su modelo de negocio son dos: AdWords y AdSense. El sistema es bien simple: las empresas —en su mayoría PyMEs— pagan lo que ellas decidan para comprar palabras claves relacionadas a su negocio. El buscador después ubicará esos avisos en millones de sitios Web y blogs que contengan contenido relacionado con esas palabras. Por cada click en los anuncios, Google le cobra a la empresa anunciante y a su vez, a través del sistema Adsense, le paga un porcentaje a los dueños de los sitios y blogs asociados donde colocó el aviso.
El modelo cierra perfecto: Google fabrica los medios con Blogger y Pages, los nutre de contenidos con Google News y YouTube, los ordena y distribuye con su famoso buscador, nos estimula a alimentarlos con AdSense y finalmente los vende con AdWords.
Pero lo interesante del sistema publicitario de Google es que cualquiera puede pautar online. Desde cinco, diez mil o cien mil dólares, comprando palabras que alguien tipeará para encontrar lo que busca.

Zanoni, Leandro: El imperio digital., Buenos Aires : Ediciones B, 2008
Vanesa Bouza  Licenciada en Comunicación

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