lunes, 27 de septiembre de 2010

Descubrimientos y comunicación

A lo largo de la evolución humana los descubrimientos y los avances tecnológicos han ido modificando la forma de comunicación y de acceso al saber y a la cultura, así como el modo de vivir y de entender la realidad. De esta forma, a partir de la comunicación oral, único medio natural de comunicación del hombre primitivo, se idearon nuevas formas simbólicas de comunicación que evolucionaron hasta llegar a la escritura. La invención de la escritura y más tarde, en el Renacimiento, la invención de la imprenta constituyeron dos revoluciones culturales que conmocionaron el mundo y cambiaron los parámetros de acceso al conocimiento, como atestigua la historia. (Crowley y Heyer, 1997: 140)

Con relación a la primera, la invención del alfabeto fonético, base del código escrito, supuso la creación del sistema de comunicación con más alto grado de desarrollo de la civilización occidental, el cual ha sobrevivido con muy ligeros cambios durante milenios (Diringerm, 1948: 37). Permitió ampliar las posibilidades comunicativas, al no estar limitadas a la presencia de los interlocutores, pero puso en evidencia la necesidad de instrucción en ese nuevo código para poderse servir de él como medio de comunicación, sugiriendo así el concepto de alfabetización, cuya valoración ha ido evolucionando sustancialmente a través de los tiempos, como veremos a continuación (Colomer y Camps, 1996: 15-19).

Respecto a la segunda, la invención de la imprenta marcó el amanecer de la era moderna y significó la instauración definitiva del código escrito como única forma de acceso a la cultura. La imprenta alteró la historia intelectual occidental y conmocionó todas y cada una de las áreas de la actividad humana (Burke, 1997).

En consecuencia, iba a producir una gran revolución social, un cambio absoluto en el pensamiento y en las formas de aprendizaje. Impactó directamente en el mundo de las ideas y el conocimiento, haciendo posible el nacimiento de las ciencias modernas, y creó un espacio en el que pudieron florecer nuevas formas de expresión. La nueva cultura del libro impreso, gracias al uso del papel, influyó de manera decisiva en un auge progresivo de la alfabetización y la divulgación de la cultura, y facilitó el acceso a la educación. La imprenta conocerá su momento de máximo esplendor durante el siglo XVIII, con la ilustración, etapa en la que en Europa, a imitación de lo que ocurría en Francia, la alfabetización en el código escrito se convierte en un objetivo cultural prioritario.

Sin embargo, el concepto de alfabetización relacionado con la instrucción y escolarización, además de con el progreso económico y cultural, tal como lo concebimos hoy, es una idea propia de la era de la industrialización. A partir de ese momento, este concepto irá ampliando sus límites, pues al final del siglo XIX, y sobre todo a lo largo del siglo XX, fruto de los imparables avances tecnológicos, irán surgiendo nuevos y potentes instrumentos de comunicación, con nuevos códigos y lenguajes, especialmente audiovisuales: serán los medios de comunicación de masas, los cuales pueden adoptar en su sentido más amplio muy diversas formas: periódicos, libros, revistas, tebeos, fotografías, radio, televisión, videocintas, videojuegos, carteles, etc.

La característica básica de los mismos es la utilización de recursos y soportes tecnológicos para la transmisión de mensajes, cifrados en códigos simbólicos, y dirigidos simultáneamente y de forma unidireccional a un gran número de personas.

Estas son, a juicio de Aparici y García Mantilla (1987), las principales características de los medios de comunicación de masas:

- Los mensajes pueden llegar a cualquier persona que tenga acceso a ellos.

- La comunicación se transmite a través de medios técnicos: impresos, sonoros, visuales y audiovisuales.

- Establecen una comunicación indirecta con los receptores que se encuentran a distancia espacial o temporal del emisor.

- El mensaje se transmite de forma unilateral.

- Se dirigen a una audiencia amplia, dispersa y anónima.


En la actualidad, el auge y la influencia de los medios de comunicación en la sociedad son incuestionables y aún lo serán más en el futuro, con el desarrollo de nuevos medios basados en la informática, en la robótica y la telemática (Merayo, 2000). Su influencia es tal que ha llegado a mediatizar en gran medida nuestro conocimiento de la realidad y nuestros hábitos y costumbres vitales. De esta manera, los medios de comunicación configuran y uniforman la manera en que aprendemos a comprender y conocer el mundo en que vivimos: nos transmiten formas de comportamiento social, actitudes, valores, hábitos, costumbres, modos de habla, pero, además, están creando una forma distinta de recibir y de transmitir información, mediante nuevos códigos y símbolos que, a diferencia de los verbales, tienen carácter universal.

Prado Aragonés Huelva, Josefina: Hacia un nuevo concepto de alfabetización. El lenguaje de los medios. Comunicar: Revista Científica Iberoamericana de Comunicación y Educación. Núm. 16. 2001
Vanesa Bouza Comunicación

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