domingo, 10 de junio de 2007

Lenin y el Imperialismo

Para Lenin, el imperialismo es el capitalismo altamente desarrollado, cuya esencia económica es el monopolio, y cuyos rasgos principales describe y articula, empezando consecuentemente, con el materialismo histórico, por los cambios operados en la producción, (y no por la esfera de la circulación y los mercados). Los cinco rasgos económicos principales descritos por Lenin son:

1) El elevado desarrollo de la producción capitalista conduce al monopolio;

2) el nuevo papel de los bancos y la fusión de estos con el capital industrial lleva a la formación del capital financiero y al poder de la oligarquía financiera;

3) la exportación de capital adquiere una gran importancia respecto a la exportación de mercancías, característica de la fase precedente;

4) la formación de asociaciones de capitalistas internacionales que se reparten el mundo, y

5) la terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes.

Hay que fechar, por tanto, el paso del capitalismo concurrencial al ascenso del capitalismo monopolista. Lenin señala:

1) que las décadas de 1860-1880, representan “el punto culminante de la libre competencia”;

2) que ya la crisis de 1873 impulsa la creación de los cárteles, como “un fenómeno pasajero”, y

3) que es la crisis de 1900-1903 la que hace de la cartelización de la industria una base poderosa de la vida económica, operando la transformación del capitalismo en imperialismo.

Lenin no deja de evocar la gran contribución de Marx al exponer la ley de concentración y centralización del capital, en la época del capitalismo concurrencial, cuando la libre competencia era concebida por la economía burguesa como el “orden natural” de la vida económica. En ese sentido, la perspectiva histórica trazada por Marx se había impuesto de forma evidente. Recordemos al efecto la diferencia entre concentración y centralización, establecida por Marx en Das Kapital. A diferencia de la mera concentración de capital que todo capitalista individual representa, la centralización de capital significa: “concentración de capitales ya formados, abolición de la independencia individual, expropiación de un capitalista por otro, transformación de muchos capitales menores en pocos capitalistas mayores”. Y añadía Marx : “La centralización alcanzaría su límite extremo en una rama dada de la producción cuando todos los capitales invertidos en ella se fundieran en un capital único”. A lo que agrega Engels en una nota a la cuarta edición: “Los recientísimos “trusts” ingleses y norteamericanos tienden ya a esa finalidad, intentando unificar en una gran sociedad anónima, con un monopolio práctico, a todas las grandes empresas, por lo menos de una rama económica”[1].


M. Roca Monet, La Teoría del Imperialismo de Lenin, extraído de
http://laberinto.uma.es/Lab3/Lab3Art2Monet.htm#_ftn2


(1)Obras de Marx y Engels, OME/41, Ed. Grijalbo, Barcelona 1975, pp.271-272. Aunque Marx no vivió para poder analizar el capitalismo monopolista, eso no quiere decir que ignorara lo que era un monopolio y la renta de monopolio. En una obra anterior : Miseria de la filosofía (1847) habla de la competencia y el monopolio, en términos dialécticos, señalando : “En la vida práctica se encuentra no sólamente la competencia, el monopolio y su antagonista, sino también su síntesis, que no es una fórmula, sino un movimiento. El monopolio produce la competencia, la competencia produce el monopolio. Los monopolistas se hacen la competencia, los competidores devienen monopolistas. Si los monopolistas restringen la competencia entre ellos mediante asociaciones parciales, la competencia se acrecienta entre los obreros, y cuando más aumenta la masa de proletarios frente a los monopolistas de una nación, tanto más desenfrenada se hace la competencia entre los monopolistas de las diferentes naciones. La síntesis resulta tal que el monopolio no puede sostenerse más que pasando contínuamente por la lucha de la competencia”.

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