viernes, 14 de agosto de 2009

Niños y TV

Hodge y Tripp se proponen refutar el mito unitario de que la televisión es necesariamente nociva para los niños desde el punto de vista educativo, y de que padres y niños leen la televisión de la misma manera. Ese propósito se destaca particularmente en el intento de estos autores por poner de manifiesto las razones de la popularidad de la serie Prisioner Cell Block H entre los escolares australianos. Hodge y Tripp hallan que los niños se identifican físicamente con las prisioneras de la serie de televisión. Los autores explican este fenómeno por las similitudes estructurales de la situación de los niños dentro de la escuela y la de las prisioneras de la ficción. Escolares y prisioneras viven bajo una autoridad única, se los trata igualmente de acuerdo con un orden de horario estricto impuesto desde arriba y sus actividades se coordinan según una planificación racional hecha por la institución. Los escolares expresan también muchos puntos de similitud entre la escuela y la prisión en cuanto a la forma en que se los suele encerrar, separados de sus amigos; la circunstancia de no tener derechos; de no estar allí salvo porque se los obliga, y verse sometidos a reglas para cuya observancia no se disciernen muchas razones. La percepción que los alumnos tienen de sí mismos se aproxima a la representada por las prisioneras, que en los programas también están reducidas a papeles “infantiles”. De manera parecida, los maestros y los guardias de la prisión eran asimilados a menudo como figuras de autoridad. Por consiguiente, la popularidad de Prisioner Cell Block H es resultado de que los niños tienen la idea de que las escuelas son como prisiones. Para volver a los argumentos de Fiske, lo “popular”, según lo demuestran ampliamente Hodge y Tripp, es una cultura abierta, fluida y cambiante que se realiza con las tácticas simbólicas del débil. Las prácticas simbólicas de los escolares sólo pueden cobrar sentido si sus diferentes interpretaciones se entienden por referencia a las relaciones de poder asimétricas que existen entre adultos y niños. Si se admiten las conclusiones de Fiske, aunque confieso no estar completamente convencido de su verdad, la investigación acerca de los niños y la televisión no debiera centrarse tanto en las influencias ideológicamente corruptoras de la televisión cuanto en las modalidades de su empleo como forma de resistencia.
Vanesa Bouza Sociología
Stevenson, Nick, “Perspectivas críticas en la investigación de la audiencia”, en Culturas mediáticas, Buenos Aires, Amorrortu, 1998.

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